La llegada del invierno es el momento perfecto para comenzar a utilizar el radiador de calefacción. Pero, antes de ponerlo en marcha, debes asegurarte que esté en óptimas condiciones.
Quizás no lo parezca, pero los radiadores suelen acumular mucho polvo por dentro. Cuando esto ocurre, el radiador se ve forzado a consumir más energía para calentar la habitación.
Esto no solo aumenta el coste de la luz, sino que además se incrementa el riesgo de padecer alergias y problemas respiratorios.
Por ello, es importante que cada cierto tiempo le des un mantenimiento profundo a tu radiador.
A continuación, te diré qué necesitas para limpiar un radiador y cómo hacerlo.
¿Qué necesitas para limpiar el radiador?
La mejor época para realizar la limpieza del radiador es en verano, unos meses antes de que comiencen las temporadas más frías del año.
Antes de iniciar el trabajo de limpieza, ten a mano las siguientes herramientas:
Aspiradora
Esta es una de las herramientas indispensables para poder limpiar tu radiador con éxito. Gracias a su fuerza de succión, podrá arrancar hasta la suciedad más profunda sin mucho esfuerzo.
Lo mejor es que no dejará partículas de polvo en el aire que puedan producir alergias.
Las aspiradoras para cenizas son una excelente opción para limpiar el radiador. Conoce más sobre sus características en este enlace.
Agua y jabón
Si tienes mucho tiempo sin limpiar el radiador, es posible que necesites completar la limpieza con un poco de agua y jabón.
Para ello, utiliza un producto de limpieza suave o un jabón con pH neutro y sigue estos pasos:
- Vierte un poco de jabón en un cubo con agua tibia.
- Sumerge una esponja o paño en la mezcla y escúrrelo bien antes de limpiar el equipo.
- Pásala con suavidad por toda la parte externa del radiador.
- Finaliza pasando un paño seco por toda la superficie.
Esponjas y paños
Las esponjas que utilices para limpiar el exterior del radiador no deben ser metálicas ya que pueden rayar la superficie y causar daños irreparables.
Lo ideal es usar esponjas suaves de goma espuma o un paño pequeño con fibras de algodón.
Varilla de metal
En el mercado actual puedes encontrar varillas de metal con cerdas finas, ideales para llegar a lo más profundo del radiador.
Después de introducir la varilla por los diferentes huecos, debes moverla arriba y abajo para desprender todo el polvo pegado en el interior.
Si no cuentas con un tubo de metal especial para limpiar radiadores, puedes crear uno con una vara de madera fina y un paño envuelto en uno de los extremos, asegurado con una cinta plástica.
¿Cómo aspirar bien el radiador?
Para lograr un aspirado eficaz, necesitas seguir estos 4 pasos:
Paso 1: desconecta tu radiador
Antes de comenzar el trabajo de limpieza, es importante que desconectes el radiador de la corriente eléctrica. De esta forma, se evitarán accidentes o daños a la persona y al equipo.
Paso 2: utiliza un aspirador potente
Los aspiradores para radiador pueden tener una potencia de 700W a 1.400W. Pon la boca del aspirador sobre los huecos superiores del radiador y aspira la mayor cantidad de suciedad posible.
Paso 3: coloca los accesorios apropiados
La mayoría de los aspiradores incluyen una serie de accesorios para limpiar diferentes zonas. Prueba todas las boquillas y ve con cuál de ellas puedes aspirar hasta los recodos más profundos.
Paso 4: aspira la parte inferior del radiador
Por último, aspira la parte inferior del equipo y el suelo para recoger todo el polvo y la suciedad que haya caído con la limpieza. De lo contrario, se volverá a introducir dentro del radiador y tendrás doble trabajo.
Como demuestra este paso a paso, limpiar el radiador es un trabajo doméstico sencillo. Por supuesto, el tiempo invertido dependerá del tamaño y el tipo de radiador.
Pero, si cuentas con las herramientas correctas la limpieza será más fácil y efectiva.
Te invito a visitar este enlace para conocer los mejores trucos para limpiar la chimenea. Algo que sin duda te será útil antes de la llegada del invierno.
